Anoche ha muerto el Dr. de nuestro Centro de Salud quien ejerció su profesión durante 24 años con una gran entrega personal. Nos ha atendido siempre, sin importar que no tenía insumos, medicamentos, instrumental y aún estando él enfermo. El Doc era un médico de pueblo, te diagnosticaba sin grandes aparatos porque no los tenía, los pocos que tenía eran donaciones de personas o instituciones que veían su trabajo silencioso. Siempre sostuvo a esta comunidad, con un perfil bajo sobre todo en épocas díficiles. Era el primero en llegar al Centro y atendía hasta que nadie quedaba en la Salita, tuvo épocas en las que iban muy pocos vecinos y otras en las que producto de la situación económica  nacional o provincial se le llenaba la salita de gente. Nunca dijo no a un paciente, ya sea en la salita o cuando muchos le golpeaban la puerta de su casa o lo llamabamos por teléfono, aún cuando no cobraba su sueldo como todos los empleados estatales entre el 95 y el 2003 y estaba de paro, aún así el Doctor siempre estuvo para los vecinos de Dina Huapi. Hoy nuestra comunidad ha perdido a un gran hombre, a un médico de esta castigada Salud Pública, con las convicciones que pocos tienen. No le gustaba pelear o discutir aunque lo ponía mal la crisis que vive aún hoy la Salud Pública en esta bendita provincia. En diciembre decía no tenemos ni aspirinas supongo que despúes de este recorte los hospitales de nuestra Provincia ni vendas tendrán. Volvió contento en diciembre a Dina Huapi porque en la Salita de las Quintas lo protegieron y lo cuidaron y porque sintió  el afecto de su pueblo cuando en cuatro días 600 vecinos firmaron pidiendo que volviera a nuestra Salita, allá por noviembre. El Dr. Barabino era sinónimo de Dina Huapi. Su corazón dejó de latir en el Hospital Zonal Bariloche al que le dedicó gran parte de su vida, había pedido que lo trasladen para estar junto a sus compañeros de trabajo, de militancia, de abrazos al Hospital, de marchas. Por último quiero agregar que pocas veces se valora el trabajo de un médico de  Centro de Salud, algunos funcionarios piensan que poco menos deben ser magos. Tengo la impotencia de ver con tristeza que no hizó los viajes que pensaba hacer cuando se jubilara o la de participar en el coro municipal. Hasta siempre Doctor, muchas gracias por los 24 años brindados a este pueblo, que descanse en paz.