Hace muchos años que no se termina de concretar una organización en el Centro de Salud que perdure y avance de manera concreta en la sociedad dinahuapense.

A pesar del incremento de la población en la localidad, la cantidad de turnos siguen siendo los mismos y los horarios también.

En el año  2013, murió un paciente en el Centro de salud mientras el doctor Daniel Barabino hacía intentos de resucitación con lo poco que tenía en ese momento. Intervinieron desde la esfera política y nada solucionaron, al contrario, lo empeoraron porque quien pagó los platos rotos fue el mejor médico que tuvo el centro de salud. Lo mandaron al destierro al Centro de las Quintas, donde trabajó muy feliz y acompañado, dicho por sus propias palabras.

La gente nunca dejó de quejarse y eso será así, porque nunca estará el 100 % de la población satisfecha con todo y muchas veces, injustamente, se meten a todos dentro de la misma bolsa.

Pocos salen en las redes a denunciar la mala atención en centros privados, pero a todas las instituciones públicas parece que se les exige más.

En lo que atañe a lo sanitario se había armado un buen equipo de trabajo: dos médicas, un agente sanitario y dos enfermeras, excelentes profesionales que solicitaron el traslado.

Lamentablemente, falleció una vecina de Dina Huapi y con todo derecho, la familia hizo pública su versión de los hechos. Y por supuesto, las críticas de los vecinos, equivocados o no, respecto al funcionamiento del Centro de Salud: las dificultades para conseguir turno, las esperas, los protocolos que no son de conocimiento del público, etc, enojan a los vecinos.

¿Por qué el servicio de ambulancia no forma parte del equipo de salud del Centro? Cuando hay desconexiones en algo que debería ser un sistema, los cortocircuitos no se hacen esperar.

La reacción de los integrantes del Centro fue una renuncia masiva o solicitud de traslado que tiene el mismo efcto. ¿Por qué? ¿Por las críticas? ¿En defensa de un compañero de trabajo quien fue responsabilizado, según los familiares de la fallecida, por la demora del envío de la ambulancia?

Para darle a la sociedad dinahuapense  la respuesta que  está esperando, debe realizarse un sumario administrativo y ante esto, cada uno debería confiar en su propia conciencia de haber hecho las cosas bien. Esta respuesta casi corporativa no da ninguna confianza, al contrario, deja la sospecha de que algo se intenta tapar. En Educación Pública, ninguna renuncia es aceptada si hay un proceso de investigación en marcha, ¿Por qué no se actúa de la misma forma en Salud?

¿Qué pasó con el compromiso con la comunidad, se terminó porque un compañero fue responsabilizado de no haber actuado con celeridad o por no remitirse a un médico del centro?

¿Qué pasa con el trabajo realizado hasta ahora, cae todo en saco roto?

¿Todo el mundo está seguro de lo que sucedió? Si están tan seguros, no se entiende la renuncia del resto del equipo.

En cualquier institución, quienes están en la recepción, son la cara visible de la misma. Y en el caso del Centro de salud como en cualquier institución pública o privada ocurre lo mismo, no es un cargo menor.  Es un dato para tener en cuenta, y sobre todo en una institución sanitaria, porque asistimos sintiéndonos enfermos, con todo lo que ello implica y muchas veces, desesperados, cuando se trata de un ser querido.

Ahora, volvemos a foja cero, porque confiaron más en los dichos que en la propia investigación de Salud Pública.

Si únicamente vamos a aceptar los aplausos, entonces no aprenderemos nada.